Las sesiones fotográficas son una experiencia única e íntima para cada persona que elige vivirlas. Hay un melodioso juego entre la quietud y el movimiento, la poesía, la música y la exploración de un mundo interior. Antes de comenzar la sesión se discute la intención de la misma, sin embargo, la experiencia ofrece un espacio abierto para ser tú mismo, sentirse seguro, desenvolverse y ser observado para luego poder reflexionar sobre la experiencia a través de las imágenes.